lunes, 3 de marzo de 2014

Recensión Cartas del diablo a su sobrino

         C. S Lewis fue un gran novelista y académico nacido en Belfast, para más tarde estudiar en la Universidad de Oxford, filología inglesa. Posteriormente dio clases de literatura en la Universidad de Cambridge.
      
 Fuera de su obra “Cartas del diablo a su sobrino”, posee dos grandes trilogías. Una de ellas posee grandes cargas de ficción y alegoría, bajo el nombre de “Perelandra”. La segunda, recientemente llevada al cine,”Las crónicas de Narnia”, muy influenciada por la vida de este y sus vivencias en una casa parecida a la que aparece en la obra. Ambas tienen una tilde alegórico-ficticia, pero esta última presenta una lucha entre el bien y el mal con un marcado tilde cristiano. Lo que será también caracterizado por su amigo neozelandés, mundialmente conocido, J. R Tolkien en su obra “El señor de los anillos”.
     
  En cuanto al libro que nos lleva al estudio en el día de hoy trata de 31 cartas escritas por un diablo veterano, Escrutopo; a su sobrino, un diablo novel y sin experiencia, Orugario. Dónde busca que éste último consiga que su “paciente” sea llevado al infierno en base a diferentes acciones promulgadas por ellos.
     
  Al igual que en sus otras obras, tiene una fuerte carga simbólica y alegórica ya que viendo la situación desde el otro punto, busca conseguir un ideal cristiano de la idea de hombre que más tarde llevaremos a estudio debido a que es la idea más importante del libro.
     
  También se ve la alegoría en que siempre trata a Dios con palabras tales como: “El Enemigo”; y en cambio al diablo como “Nuestro Padre”.
    
    El consejo fundamental del libro es la indolencia y el rechazo de Escrutopo tras la “derrota” de su sobrino y el intento fallido de “conversión” de su hombre.
La idea de hombre en este libro aparece como un ser inconstante ya que de pronto es la persona más cristiana del mundo, cómo se deja llevar por los placeres más mundanos. Tanto se junta en un inicio con grupos de personas que, según Escrutopo, ayudaban a que se acercase a su mundo. En cambio, al final, se junta con “una mujer muy cristiana” lo que le lleva a acercarse al cielo.
      
  Se caracteriza al hombre a través de gran parte de los Pecados Capitales según el cristianismo. En lo que nos vamos a basar para caracterizar la idea del libro a cerca del hombre.

       
 Uno de los predominantes a lo largo del texto es la lujuria, ya que hay continuas alusiones a la facilidad del hombre para caer en este tipo de pecados. Es uno de los pecados a los que más insisten en hacerle caer lo que demuestra el lado más banal del ser humano. Ahí se también el ideal cristiano a cerca de las relaciones sexuales, a través de la ironía, con la negación de éstas antes del matrimonio y el intento desde el Infierno de provocar la lujuria.     

Otro de estos pecados, nombrados por el libro, es la gula. También muy incentivado por Escrutopo para que su sobrino intente llevarle a “su paciente” a ella.
     
   Junto a estas aparece la promiscuidad y otros vicios relacionados con la búsqueda desenfrenada del placer en sí.
     
    Pero también hay una relación muy estrecha de la idea de hombre con la gran variabilidad  en el pensamiento de éste y la facilidad para provocar cambios en su personalidad y en sus pensamientos y acciones. Ayuda a que se le pueda controlar y que no sea necesario un gran esfuerzo por parte de las fuerzas del inframundo para alejarnos de Dios.
      
   También presenta que hay una serie de personas enviadas por Dios para frenar a personas enviadas por ellos. Entre ellas presenta la relación entre los sofistas y Sócrates. Los sofistas fueron enviados por el Infierno para evitar académicos como Sócrates y así ocurrió con diferentes sabios a lo largo de la historia.
         
 En conclusión, hace falta evitar los impulsos que los seres humanos poseemos y nos llevan a cometer numerosos pecados que atentan contra el ideal cristiano a lo largo de los siglos. A pesar, de la dificultad por conseguirlo merece la pena ya que se estará más cerca de la salvación final y evitará la incursión en el infierno de nuestro ser.
       

Por último vale la pena hacer una valoración final del libro. En mi opinión hay una visión extremadamente pesimista del ser humano debido a la facilidad que se nos supone de pecar y dejarnos llevar por los instintos. En cambio, creo que se trata de un libro con un gran valor, en cuanto a la necesidad de no sólo leer sino pensar a la vez, ya que no hay que entender al pie de la letra lo que dice sino que hay que tener en cuenta que la verdadera tesis de la idea del hombre cristiano, que trata de transmitir, es, justamente, lo contrario a lo que dice ya que nos presenta el ideal que supuestamente requieren los seres del Infierno para que resida una persona en él. Pero realmente lo que quiere transmitir es la forma de ser de la  que quiere Dios que formemos parte; es decir, lo contrario a cómo lo formula en el libro. En conclusión, es un libro muy recomendable si se quiere conocer la verdadera filosofía cristiana y cómo se ha de actuar.

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