lunes, 3 de marzo de 2014

El Esperanto

El esperanto es un claro ejemplo de esos proyectos que, aunque nazcan apadrinados por entusiastas seguidores, nunca  llegan a ser aquello que sus mentores habían soñado,  casi nos atreveríamos a decir que ha terminado siendo un invento casi inútil, guardado en el desván de las lenguas artificiales.
¿De qué sirvió el esfuerzo de 180 alumnos y profesores de la Green Lane Council School, Patricoft de Eccles (Inglaterra) en 1916? ¡Absolutamente de nada!; a pesar de que, según la inspección del Comité de Instrucción Pública de Eccles, los resultados del experimento lingüístico fueron espectaculares. El representante del Comité de Instrucción Pública publicó un informe  sobre la escuela y el esperanto “Verdad es que en ella se enseñaba el francés, pero el tiempo limitado que podía consagrarse a su estudio no había permitido obtener ningún resultado apreciable (…) visité la escuela a los pocos días de haber cumplido el tercer mes de enseñanza. Los progresos alcanzados eran sorprendentes: los muchachos podían conversar con gran seguridad y facilidad (…) habían adquirido un conocimiento perfecto de la lengua”.
El entusiasmo por los logros obtenidos tienen, para el inspector de Eccles, un valor que va más allá de los aspectos técnicos “Pero esto no era todo: había en ellos un  algo indefinible de que carecían antes: habían adquirido un refinamiento espiritual que se comprobaba muy fácilmente (…) la adquisición de una lengua en la cual un gran número de raíces vienen del latín y cuya precisión es notable, había dado exactamente el mismo resultado que el cultivo de las lenguas clásicas (…) la expresión incorrecta en la formación de las frases había desaparecido completamente, presentándose muy visibles progresos en la claridad del estilo (…) los alumnos sabían ahora hacer una selección reflexiva de las palabras (…) se ha comprobado en sus casas una mejor comprensión de la significación exacta de las palabras”.
Para el representante del Comité de Instrucción Pública, el esperanto no sólo tiene una utilidad desde el punto de vista pedagógico y educativo, si leemos el final de su informe: “La experiencia ha conducido de un modo indubitable a un éxito evidente (…).  De tal modo quedé sorprendido con los progresos alcanzados por los niños, que me decidí por aprenderlo para mejor juzgar su trabajo. Estudiando yo mismo la lengua tuve aún mejor ocasión de comprobar su gran valor pedagógico y educativo”.



LA POLÍTICA ENTRA EN ACCIÓN


Hasta el momento, podemos pensar, que estamos ante el entusiasmo de un grupo de profesores y alumnos que han iniciado una experiencia pedagógica con la que pretendían, mediante la creación de una lengua artificial,  superar todas las deficiencias educativas y comunicativas. Los  resultados experimentales necesitaban un espaldarazo político para convertirse en un proyecto oficial y en este caso, debido a la proyección

que quería dársele al esperanto,  si este padrinazgo era internacional, el objetivo estaba cumplido.
En 1922 la Sociedad de las Naciones, a propuesta de los delegados de África del Sur, Brasil, Bélgica, China, Chile, Colombia, Haití, Italia, Japón, India, Persia, Polonia, Rumania y Checoeslovaquia (sic); solicita que la enseñanza del esperanto en las escuelas del mundo sea un idioma auxiliar y para ello se acuerda que la Secretaría de la Sociedad prepare un informe en el que se justifique la decisión.
“Memoria dirigida a la Sociedad de las Naciones por la Conferencia Internacional sobre la enseñanza del esperanto, reunida en la Secretaría de la Sociedad de las Naciones del 18 al 20 de abril de 1922.
Nosotros, educadores, delegados de autoridades escolares y de asociaciones pedagógicas de 28 países y representantes oficiales de 16 gobiernos, reunidos en la Secretaría  de la Sociedad de Naciones, afirmamos nuestra convicción de que el estado deplorable a que ha llegado el mundo civilizado es debido, en gran parte, a la incomprensión y desconfianza que separan a los pueblos.
Afirmamos nuestro convencimiento acerca de que los únicos remedios a este mal son, ante todo, la educación y el principio de aproximación internacional, que constituyen  la base de la Sociedad de Naciones.
Consideramos uno de los medios más eficaces para la solución del problema de la reconstrucción del mundo la lengua auxiliar internacional esperanto, estimando que debe figurar en el programa de las escuelas de todo país civilizado”.
Ya estaba hecha la declaración de intenciones a través de un organismo internacional; teóricamente, un gran logro para la expansión de la lengua artificial. En este mismo documento encontramos una de las claves de lo que más tarde, tal vez, derivó en uno de los motivos  para que el esperanto se quedara en un fallido y ambicioso proyecto.
“Lejos de atentar contra las lenguas nacionales, por el contrario, su estudio ayuda a los niños para escribir y hablar más correctamente su lengua patria. Se ha observado y comprobado que, mediante el estudio del esperanto, los niños han conseguido una mejor pronunciación, una exposición más clara, un juego de palabras más juicioso, un conocimiento más firme de su sentido exacto,  un progreso ortográfico y de análisis gramatical de la lengua patria”.
Lenguas nacionales, lengua patria…. Tal vez precisamente el peso de la lengua como identidad diferenciadora de los nacionalismos estatales y regionales; fue el motivo fundamental para que los Estados, haciendo caso omiso de la declaración de la Sociedad de las Naciones, no apoyaron una lengua común aunque “se aprobó un acuerdo para que los diferentes estados que forman parte de la Sociedad de las Naciones se comprometan a introducir gradualmente en sus escuelas públicas la enseñanza del esperanto, si bien este acuerdo no será obligatorio hasta que lo firmen diez estados, cinco de ellos europeos”.
Este acuerdo se tomó el 21 de septiembre de 1922 en Ginebra y se quedó, sólo, en una  declaración de intenciones.







UN ARDUO TRABAJO Y UN RESULTADO MEDIOCRE

 

En el primer cuarto del siglo XX parecía que el esperanto era un movimiento internacional tan activo, ilusionante y sencillo para sus promotores, que hubiese bastado un toque de “oficialidad nacional” para que se hubiera impuesto como una herramienta de comunicación global. Prueba de ello son las informaciones de aquella época “El uso práctico del esperanto está facilitado por el notable funcionamiento de la Universala Esperanto Asocio (…) en la Universidad Internacional de Bruselas se verifican conferencias en esperanto (…) los grandes congresos universales de esperanto se han reunido en Bolonia, Ginebra, Cambridge, Dresden, Barcelona, Washington, Cracovia, Berna, La Haya y Praga (…) La Biblioteca de la Oficina Central Esperantista en París contiene 4.000 volúmenes y la de  la Asociación Esperantista Universal, en Ginebra, 3.200. Desde 1920 se publica, por término medio, un nuevo libro en esperanto cada dos días sobre temas diversos: ciencia, religión, literatura, etc.

Respecto a las gramáticas y vocabularios, los hay en lenguas inglesa, árabe, armenia, checa, búlgara, danesa, estona, finlandesa, francesa, alemana, griega, galesa, hebrea, española, holandesa, húngara, islandesa, italiana, japonesa, catalana, china, croata, latina, letona, lituana, portuguesa, rumana, rusa, rutena, ucrania, servia (sic), eslovaca, eslovena, sueca, turca y visaya (Islas Filipinas).
Hay publicados vocabularios técnicos sobre: anatomía, química, ciencias, matemáticas, música, fotografía, farmacia, filatelia (…)”.
La prensa esperantista contaba con un centenar  de publicaciones periódicas, mensuales, quincenales o semanales y se publicaba, incluso, una revista especial para ciegos en la escritura Braille.
Todo este esfuerzo llevado a cabo, hasta ese momento, recibió un espaldarazo con la celebración de tres Congresos Internacionales en 1925 “el Congreso de Radioaficionados se celebró en París, en el mes de abril de 1925; asistieron centenares de representantes, y tomaron con entusiasmo el acuerdo de adoptar el esperanto como idioma universal para la radio (…) hay importantes estaciones emisoras de diferentes naciones que lo vienen usando.
El Congreso Ibérico celebrado los días 10 al 12 de mayo último, además de los esperantistas españoles acudieron delegados de Bélgica, Checoeslovaquia, Alemania e Inglaterra”.
Es curioso resaltar que en este Congreso, donde se decidió crear la Sociedad Esperantista Española, se eleva una petición oficial , no  a los organismos educativos, sino al presidente del Directorio Militar y al subsecretario de Gobernación, haciendo unas curiosas postulaciones: “1- Que se creen progresivamente cátedras oficiales de esperanto  en los institutos, normales y escuelas de comercio. 2- Que España inicie o sugiera la celebración de una convención oficial de Estados que resuelva el caos lingüístico en la diplomacia, en el comercio, en las relaciones culturales, etcétera, mediante la adopción del esperanto, a semejanza de lo hecho con la implantación del sistema métrico decimal. 3- Que el servicio telegráfico español admita el esperanto, según acuerdo de la Liga de las Naciones”.
Antes de pasar a comentar los resultados de la Conferencia Internacional de París, en los meses de abril y mayo de 1925, en la que se habló del uso del esperanto en las relaciones comerciales y su difusión en las ciencias; es importante señalar que asistieron 23  países, representados por un total de 225 delegados; es bastante significativo, tal vez una consecuencia del momento histórico y político que se estaba viviendo, hacer una mención sobre quienes fueron los representantes españoles: LeonardoTorres Quevedo, de la Real Academia de Ciencias; Don Vicente Inglada, profesor de la Escuela Superior de Guerra; y don Emilio Herrera, comandante de aviación. El aspecto pedagógico de la conferencia, afortunadamente, lo marcó la comisión de 34 miembros de la  Academia Francesa de Ciencias que redactaron las conclusiones de la misma: “1- Que la enseñanza del esperanto, obra maestra de lógica y sencillez lingüísticas se introduzca, por lo menos, con carácter electivo en los programas oficiales de los centros docentes. 2- Que en los Congresos Internacionales el esperanto sea adoptado como idioma oficial, con el mismo derecho que las lenguas nacionales, hasta el momento en que la experiencia confirme su aptitud, para convertirse en la única lengua oficial internacional. 3- Que se llame la atención de los directores de las casas editoriales científicas y técnicas acerca de lo que les interesaría el empleo de este idioma internacional en sus publicaciones para el extranjero. 4- Que, desde luego, los hombres de ciencia y los técnicos se pongan en condiciones de emplear el esperanto en sus relaciones con sus colegas extranjeros, haciéndoles saber que están dispuestos a emplear la lengua internacional. 5- Que se nombre una Comisión para preparar y elaborar los vocabularios esperantistas de las ciencias puras y que se invite a las sociedades técnicas para hacer lo mismo en lo que concierne a sus respectivas especialidades”


VEINTIOCHO LETRAS Y DIECISÉIS REGLAS GRAMATICALES


El ser humano es un ente complejo al que le gustan las complejidades. Tal vez por ese motivo la lengua está llena de matices y algunas palabras tienen un significado u otro con, solamente, ponerles o no una tilde.
Ante esta situación aparece el esperanto, una lengua artificial con un alfabeto de veintiocho letras y dieciséis reglas gramaticales, tal vez insuficiente para las lenguas clásicas y para las actuales; esa sencillez perseguida por el inventor de este instrumento de comunicación universal, el Dr. Lázaro Luis Zamenhoff (Bialystok– Polonia-15/12/1859) era muy práctica, pero no  consiguió ilusionar al mundo.
No es este el lugar para presentar una exhaustiva exposición sobre cuales son las normas y reglas a seguir para aprender el esperanto, pero el trabajo quedaría incompleto si no se hace una breve reseña  práctica  de esta lengua artificial que, como ha demostrado el paso del tiempo, apasionó a muchos y dejó indiferentes a muchos más.

Alfabeto

A a- B b- C c- ch- D d- E e- F f- G g- gh- H h – hh- I i - J j jh- K k-L l- M m- N n-
O o- P p- R r- S s- sh- T t - U u-  u- V v- Z z.

Observación: las letras marcadas en negrita sustituyen a otras que no existen, en cuanto a la grafía, en el idioma castellano.

En esperanto se pronuncian todas las letras y cada una tiene siempre el mismo sonido (no como en castellano que la “c” se pronuncia ca- co- cu y en otro caso ce- ci).
No hay letras mudas y tampoco un mismo sonido se representa por signos distintos (en castellano la “c”,  la “k” y la “q”).
Cada vocal es una sílaba con excepción de la “u”  breve que forma diptongo y se pronuncia rápidamente (como Europa en castellano).
Todas las palabras son graves, es decir, cargan la pronunciación en la penúltima sílaba por lo que no hay necesidad de utilizar acentos como signos ortográficos.
Los sonidos de las vocales son exactamente iguales que en castellano y lo mismo las consonantes, con las siguientes variaciones: 


cà suena como “ts”
càcomo “ch” fuerte
gà suave como en castellano con la “a” (genio se lee “gue-ni-o”)
gà como “dch”
hà como una aspiración suave al igual que en algunos lugares meridionales
hà suena como la “j”
jà igual que nuestra “y”
jà es un sonido extraño uniendo “y”-“ch”
kàsonido fuerte de “c” o “q”
sà como el conjunto “sch”
zà es el resultado de unir “ds”

No hay letras dobles ll-rr;  cuando se juntan dos consonantes se deben pronunciar separadas “mallonga” se pronuncia “mal-lon-ga”.

Formación de palabras

En esperanto las palabras se forman, como en casi todos los idiomas, con una raíz que es la parte invariable y terminaciones gramaticales, afijos, sufijos y prefijos.
Verbo vender raíz: vend
                       Terminación del infinitivo- er
                        En esperanto: “vend-i”

Ejemplo de sufijo (letras añadidas al final):
“Ad”àindica acción continuada. “Parolo” (palabra) se forma “parolado” (acción continuada de hablar o discurso)
“An”à expresa idea de habitante. “Madrido” (Madrid)- “madridano” (madrileño)
“Er”à porción más pequeña de una cosa.” Mono” (dinero)- “monero” (moneda)
“Il”à representa la idea del instrumento con el que se realiza la acción de la raíz    “Kudri” (coser)- “kudrilo” (aguja.)

El artículo

No existe en esperanto el artículo indefinido sólo el artículo definido “la” para todos los géneros, casos y números.

El sustantivo

Los sustantivos tienen la terminación “-o” y para la formación del plural se le añade
“-j”. Sólo existen dos casos: nominativo y acusativo y este último nace del nominativo añadiéndole la terminación “-n”; el resto de los casos se expresan ayudados por las preposiciones.
Para simplificar la escritura la última letra del sustantivo y del artículo pueden ser suprimidas y sustituidas por apóstrofe.

Los numerales

Los numerales fundamentales son “unu” (uno) –“du” (dos) –“tri” (tres) –“kvra” (cuatro) –“kvin” (cinco) –“ses” (seis) –“sep” (siete) –“ok” (ocho) –“nau” (nueve) –“dek” (diez) –“cent” (cien) –“mil” (mil).
Las decenas y centenas están formadas por la simple unión de los numerales.
Para la designación de los numerales ordinales se añade la terminación del adjetivo; para los múltiplos el sufijo “–obl”; para los partitivos “-on”; para los colectivos “-op”; para los disyuntivos la palabra “po”.

Los pronombres

 Los pronombres personales son: “mi”-yo, “ci”-, “li”-él, “si”-ella, “gi”-él o ello, “ni”-nosotros, “vi”-vosotros o ustedes,”ili”-ellos.
Los pronombres posesivos se forman de los personales con la terminación “–a” del adjetivo y con la terminación “–j” para el plural.
Los pronombres demostrativos son:”ci tiu”-éste, “tiu”-ese, aquel, “ci tio”-esto, “tio”-eso aquello
Pronombres relativos: “kiu”-qué, quién, “kio”- qué cosa, “kia”- qué, cuál, “kies”- cuyo, cuya, cuyos, cuyas.
Los pronombres indefinidos son:” iu”, “iuj”-alguno, alguna, algunos, algunas, “io”-algo, “ia”, “iaj”-algún, alguna.

El verbo

El verbo no está modificado según género y número. Las formas del verbo en esperanto son: presente con la terminación “-as”, pasado con la terminación “-is”, futuro con la terminación “-os”, condicional con “-us”, imperativo con “-u”, indefinido con la terminación “-i”.
Los tiempos compuestos de los verbos se forman con el auxiliar “esti” (ser) y con los participios. En esperanto hay tres participios activos y tres pasivos. Para la negación se pone la partícula “ne-” antes del verbo y para la forma interrogativa se comienza con la partícula “cu-“que no tiene traducción y  cuando la frase comienza con una partícula interrogativa “kial” (¿por qué…?), “kie” (¿dónde….?), se suprime directamente. Por lo tanto, todos los verbos son regulares, no varían dentro de cada tiempo y no existe la necesidad de hacer uso de los pronombres en todos los casos y tenemos la determinación de los tiempos por las vocales “a” (presente), “i” (pasado) “o” (futuro), como una norma general.


Los adverbios

Los adverbios en esperanto terminan en “-e” y equivale a la española “-mente” “bona” (bueno), “bone” (buenamente). Aunque el número de los adverbios es ilimitado hay un número reducido que carece de la terminación “-e” y son palabras de mucho uso: “hierau” (ayer)- “hodiau” (hoy), “morgau” (mañana), “ne” (no), “pli” (más), “tre” (muy).
El superlativo absoluto se forma con “tre” o la terminación “-eje”; el de superioridad con “plej…el” (el más….que) y el de inferioridad con “malprej…el” (el menos...que).

Las preposiciones

El uso de las preposiciones exige un gran rigor y precisión en esta lengua artificial, lo que hace que se haya creado una preposición “je” que es una especie de comodín, que carece de significación propia y se usa para no cometer errores gramaticales.
Algunas preposiciones son muy utilizadas: “al”- a, hacia, “apud”- junto a, “da”-de, “dum”-durante, “en”-en (dentro), “gis”-hasta, “inter”-entre,” kum”-con, “per”-por,
”por”-para, “post”- detrás, “pri”-sobre, “sen”-sin, “sub”-bajo, “sur”-sobre.

La conjunción

Es curioso resaltar que en la gramática primitiva de Zamenhoff no se hablaba de la conjunción, aunque se utilizan  y la aplicación gramatical es, en general, la misma que en castellano.
“Au”-o, “car”-porque, “cu”-si, “do”-pues, “kaj”-y, “ke”-que, “kvankam”-aunque, “plie”- además, “sed”-pero.

Palabras compuestas

El esperanto tiene una gran flexibilidad para formar palabras compuestas, se ha procurado reducir al mínimo el número de matrices primitivas y modificándolas, unas veces con los afijos y otras simplemente uniendo unas con otras, conseguimos ampliar el vocabulario.
“Cashundo”- perro de caza, “sunhorlojo”-reloj de sol, “scribotablo”-mesa de escribir.










Cuadro de voces simples

No debemos terminar este ensayo sin aportar un cuadro de voces simples en el que se demuestra, una vez más, la estructura lógica y sencilla del esperanto; ya que estas cuarenta y cinco palabras, de uso muy frecuente, nos ofrecen un conocimiento básico  de esta lengua.






Substantivadas



Indefinidas


Negativas

Colectivas


Demostrativas


Interrogativo-relativas


io
Alguna cosa


nenio
Nada


cio(*)
Todo


tio
Eso, aquello


kio
Qué, lo que

Adjetivadas
ia
Algún
nenia
Ningún

cia(*)
Cada

tia
Tal
kia
Qué, cual

Personales

iu
Alguien

neniu
Nadie
ciu(*)
Cada uno

tiu
Ese, aquél
kiu
Quién, el cual

Posesivas

ies
De alguien

nenies
De nadie
cies(*)
De todos
ties
De tal

kies
De quién, cúyo

Adverbio de cantidad
iom
Algo

neniom
Nada

ciom(*)
Todo

tiom
Tanto

kiom
Cuánto
Adverbio de tiempo
iam
En algún tiempo

neniam
Nunca

ciam(*)
Siempre

tiam
Entonces
kiam
Cuándo

Adverbio de causa

ial
Por algo

nenial
Por ningún


cial(*)
Por todo
tial
Por eso
kial
Por qué
Adverbio de modo

iel
De algún modo

neniel
De ningún modo

ciel(*)
De todos modos

tiel
Tan, así

kiel
Cómo
Adverbio de lugar
ie
En algún lugar
nenie
En ningún lugar

cie(*)
En todas partes
tie
Allí, ahí
kie
dónde
(*) ^ Sobre la “c”.


Tal vez, demasiada sencillez no ha podido sustituir a la riqueza y complejidad de las lenguas no artificiales y, además, tampoco ha conseguido vencer  la batalla de la identidad lingüística, como símbolo diferenciador de las culturas autóctonas, alentadas por los nacionalismos. Y todo ello a pesar de que son muchos y muy significados, los seguidores del esperanto: Reinhard Selten (Nobel de Economía 1994), el escritor William Auld propuesto como Nobel de Literatura en 1998… y grandes los esfuerzos, como la edición  en nuestro país del Gran Diccionario español-esperanto (2003)
El laboratorio  creó un producto de comunicación universal, sencillo y de fácil aprendizaje que hubiera sido muy práctico para quienes nos pasamos media vida aprendiendo idiomas, sin acabar de dominarlos nunca.
Entonces ¿por qué no  ha tenido éxito  una lengua que se aprende en unas semanas?... es tan sencilla,  tan aséptica, que no  supone un reto  y es posible que por eso, no haya triunfado como sus seguidores habían soñado.


Bibliografía:
Fernández Ascarza- Victoriano. “El esperanto: valor pedagógico de este idioma universal, nociones elementales de gramática”. Cartillas Pedagógicas. Magisterio Español (Madrid).
Soler y Valls- Fernando. “El idioma internacional auxiliar esperanto al alcance de todos: vulgarización de gramática esperanto- española”. Imprenta Fermar (Valencia).
Sociedad de Naciones (1923). “El esperanto como lengua auxiliar internacional. Informe de la Secretaría General a la tercera sesión, revisado por la quinta comisión y adoptado por unanimidad por la Sociedad de Naciones el día 14 de septiembre de 1922”. Versión española editada por la Federación Zamenhoff (Madrid).

Del Barrio- José Antonio. “Leonardo Torres Quevedo y el esperanto”. Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (Madrid). 

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