OTRAS ARTES
A partir de 1933 Goebbels decidió sincronizar la cultura y
los objetivos nazis (valor propagandístico).
En cuanto al cine, fue promovido con subsidios y fue
utilizado como propaganda por la élite nazi. Destacando la directora alemana
Leni Riefenshtahl, que actualmente está siendo juzgada por negar el holocausto.
Loas ayudas recibidas se deben a que comulgaba con las ideas racistas del
movimiento. En cambio el prestigio internacional lo consiguió gracias a su
película “El triunfo de la voluntad”, custodiada y apoyada por Hitler. Su
segundo film fue “Impresiones bajo el agua”. Aunque quizás la película de mayor
polémica en nuestros días es “Tiefland”.
Fuera de esta directora hubo otras producciones que apoyaban
el nacionalsocialismo tales como “Der
Hitlerlunge” à apoyaba al partido; “Ich khlage ah” à justificaba la
eutanasia; y “Jude suess” y “Der ewige Jude”à
antisemitismo.
En la música Hitler marcói claramente un antes y un después
de su período. Prohibió el blues y el jazz muy extendidos hasta entonces,
incluso había clubs y bares destinados exclusivamente a ellos. Llamándolos
“música decadente”
En cambio no sólo modificó el gusto por la música del
momento, sino que prefirió unos clásicos en detrimento de otros. Entre sus
favoritos se encontraban Johan Sebastian Bach, Lwidig van Beethoven y Richard
Wagner. En cambió suprimió la música de otros como Mendelshon y Walher.
Hitler sorprendentemente acudió todos los años al Festival
Musical de Bayreuth en honor al que probablemente era su compositor alemán
favorito Wagner.
PROPAGANDA NAZI
Se extendió siempre a través del cine, carteles o sellos. Se
podría dividir en dos partes: antisemitismo y anticomunismo; y la esvástica. El
antisemitismo destaca en la película “Tres judíos diarios” en la
que da la impresión de que Alemania ha sido invadida por judíos.
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